Miguel Delibes, el guardabosques de las palabras
Mario, el Nini, Daniel el Mochuelo, el señor Cayo, Azarías,... todos son creaciones geniales de un narrador que dominó como pocos los diferentes registros de la lengua, que poseía un talento innato para plasmar en sus obras la cercana humanidad de algunos personajes y la palpable miseria humana de otros, que pintó con sus palabras paisajes que veía por sus ojos y que pisaba con sus pies.
Ha fallecido hoy, 12 de marzo de 2010, a los 89 años de edad, tras una larga enfermedad. Muere el ser humano, la envoltura física, lo perecedero y se consolida la figura, el clásico, lo permanente.
Hablaba Caballero Bonald, en el Congreso virtual de la Lengua, del empobrecimiento del idioma. Decía que las palabras están desapareciendo de nuestra lengua, que el español medio usa alrededor de 4oo palabras cuando en el Diccionario de Manuel Seco se recogen 72000 términos. Miguel Delibes los conocía todos y los utilizaba con precisión y naturalidad, como quien se levanta por las mañanas y mira qué tiempo hace desde la ventana y se pone los calcetines.
Caballero Bonald piensa que cada día desaparecen de forma alarmante palabras comunes que pasan a convertirse en arcaísmos.
Abro al azar El camino y leo: Daniel, el Mochuelo, evocaba sus primeros pasos por la vida. Su padre emanaba un penetrante olor, era como un gigantesco queso, blando, blanco, pesadote. Pero, Daniel, el Mochuelo, se gozaba en aquel olor que impregnaba a su padre y que le inundaba a él, cuando, en las noches de invierno, frente a la chimenea, acariciándole, le contaba la historia de su nombre.Ahora hojeo Las ratas y a mi encuentro salen un sol rojo y turgente como un globo,... una tibia calina que se fundía con el humo rastrero,... el alcotán palomero[...]agitando frenéticamente las alas,... telera, cascabeleo, poncho, chisquero de yesca, cayada, esquilas,... y tantas y tantas palabras, arcaísmos ya, que han perdido a su guardabosques.
Descanse en paz.
Comentarios
Uno de los autores favoritos demi familia.
Saludos.
Un saludo para las tres. Nos leemos.