Se busca flautista de Hamelín que se lleve a los ratones y que deje a los niños
Un buen día nos invadieron los ratones.
Es probable que siempre hubiesen estado allí pero, ocupados como estábamos en las tareas cotidianas de la instrucción, ofuscados como estábamos con la displicencia de los burócratas, olvidamos que el peor enemigo es el que acecha en casa.
Y así fue como aparecieron los ratones.
El primero era ratón casero, de esos que comen el queso y esconden la mano. Ya sabíamos que era ratón, pero llevaba tanto tiempo entre nosotros que le borramos los bigotes, ... y siempre salía el rabo, movedizo y leonino, aunque sin la pericia de este. El segundo resultó experto en artes sin haber leído los tratados de Leonardo porque sus tonos marciales pintaban mal. No soportó que no admiráramos su Gioconda. Al tercero lo trataré de usted porque pienso que un ratón que ha llegado a la cumbre de su buena fortuna, como Lazarillo, debe ser denostado con cortesía. Nos vendió el queso y se lo comió él. Ahora vaga por los imbornales llorando el remordimiento que no siente.
Un día nos invadieron los ratones y se quedaron, pero ¡qué carajo!, escondimos a los niños.
***
Este ha sido un annus horribilis:
Si el curso durase un mes más me plantaría en el patio del recreo con mi cartel de INDIGNADA y con un libro de Rafik Schami para disfrutar del Damasco que ya no existe. Pero el curso llega a su fin y quiero recordarme a mí misma que, por encima de todo, están los alumnos.
Que tengan un buen verano y que gocen de buenas lecturas. A mí leer me hace fuerte.
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Este Flautista de Hamelín (escrito por Pepe Maestro, ilustrado por María Wernicke y publicado por Edelvives) tiene más trabajo del que cree. |
Es probable que siempre hubiesen estado allí pero, ocupados como estábamos en las tareas cotidianas de la instrucción, ofuscados como estábamos con la displicencia de los burócratas, olvidamos que el peor enemigo es el que acecha en casa.
Y así fue como aparecieron los ratones.
El primero era ratón casero, de esos que comen el queso y esconden la mano. Ya sabíamos que era ratón, pero llevaba tanto tiempo entre nosotros que le borramos los bigotes, ... y siempre salía el rabo, movedizo y leonino, aunque sin la pericia de este. El segundo resultó experto en artes sin haber leído los tratados de Leonardo porque sus tonos marciales pintaban mal. No soportó que no admiráramos su Gioconda. Al tercero lo trataré de usted porque pienso que un ratón que ha llegado a la cumbre de su buena fortuna, como Lazarillo, debe ser denostado con cortesía. Nos vendió el queso y se lo comió él. Ahora vaga por los imbornales llorando el remordimiento que no siente.
Un día nos invadieron los ratones y se quedaron, pero ¡qué carajo!, escondimos a los niños.
***
Este ha sido un annus horribilis:
malas formas, menosprecios, traiciones, irresponsabilidades
... ¡Oh, oh! ¡Qué ha pasado! ¿Quién anda ahí?Si el curso durase un mes más me plantaría en el patio del recreo con mi cartel de INDIGNADA y con un libro de Rafik Schami para disfrutar del Damasco que ya no existe. Pero el curso llega a su fin y quiero recordarme a mí misma que, por encima de todo, están los alumnos.
Que tengan un buen verano y que gocen de buenas lecturas. A mí leer me hace fuerte.
Comentarios
El año que viene, Hortensia, será mejor. Lee cuanto puedas y aliméntate de buena literatura. Seguimos en contacto. Intentaré hacer también un balance de lo que ha sido este curso.
Un cordial saludo.
Este ha sido sin lugar a dudas un año para olvidar, pero lo recordaremos con añoranza cuando el próximo toque a su fin, seguro.
Y es que en nuestro centro la expresión "de guatemala a...guatepeor" se materializa de forma evidente.
Lo mejor: tener algunos amigos con quienes consolarse. Allí estaré!
Un beso.
Schami es una buena opción para el verano (si estás dispuesto a acarrear con las 800 páginas de "El lado oscuro del amor", un título best seller engañoso porque la obra, una saga de familias enfrentadas a muerte, es magnífica).
Un abrazo y feliz verano.
Gracias por tus palabras y por tu apoyo. Nos animaremos mutuamente.
Un abrazo.
me temo que las lucubraciones que vierto en este mi humilde blog(que no es del centro)poco pueden modificar la matrícula del próximo curso, entre otras cosas, porque hay productos que, como la coca-cola, no precisan de campañas publicitarias, sino que su éxito o fracaso, cual gota que horada la piedra, se labra poco a poco. Ya con su voz lo decía la sabiduría popular: "Quien siembra vientos, recoge tempestades" y la cosecha anual, sin duda, ha sido fructifera.
¡Ay! irónic@ anónimo anonimad@, ¡No hay peor ciego que el que no quiere ver!
Qué tengas un buen día.
Tal vez haría falta un ejercicio de autocrítica y de humildad para hallar las causas de tal sangría pero... qué se puede esperar de un ratón apodado Anónimo?
cuenta la leyenda que en la Alhambra había una fuente con el fondo rojo. ¿Cuál era la causa de tal tonalidad? Allí mataban a los mensajeros que llegaban con noticias que no gustaban. De ahí la conocida expresión "matar al mensajero".
¡Cuántas enseñanzas y reflexiones se pueden extraer de la tradición oral! Para que luego digan que la literatura no sirve para nada.
Besiños.