Pesadilla antes de empezar


Las tentaciones de San Antonio (fragmento del tríptico), El Bosco.
Yo, como Hieronymus, también veo monstruos.
Como decía un personaje de Antón Chéjov: " A algunos el saber les aprovecha, mientrar que a otros solo les confunde". No puedo saber si el saber les aprovecha o no a esos cráneos privilegiados que idean programaciones de aula en despachos de diseño, pero  a mí, desde luego, el saber burocrático me trastorna de tal manera que me despierta instintos oníricos.
De hecho, en estos momentos soy presa de una extraña pesadilla que quiero compartir con ustedes.
Como el Adrien Deume  en Bella del Señor de Albert Cohen (pincha AQUÍ) algún alto funcionario también debió decir en algún momento: ¡A trabajar! y entre expediente y bostezo se ha sacado de la manga (que no  sesera) una interesante lista de elementos que debo incluir en mi programación: contenidos, objetivos, destrezas, procedimientos, competencias y demás perifollos vacuos.   Para que se hagan una idea, este sería un ejemplo del resultado final:

 1.-Concepto: 
 El diálogo y sus tipos.
2.- Objetivo:
Saber qué es un diálogo y sus tipos.
3.- Procedimientos, destrezas y habilidades
Escritura de un diálogo.
4.- Competencia lingüística
Identificar un diálogo, analizar el contenido de un diálogo y escribir un diálogo.
5.-  Criterios de evaluación:
5.1.- Saber qué es un diálogo y sus tipos.
5.2.- Saber escribir un diálogo.

Y todo esto repetido tediosamente en 6 niveles (de 1 de ESO a 2º de bachillerato), 7 materias (también Literatura Universal), 12 unidades en cada nivel (en 2º de bachillerato, más), 8 conceptos por cada unidad. Si la discalculia no me juega malas pasadas la cuenta sería esta:  8 x 12 x 7 x objetivo, procedimiento,destreza,  competencia, criterio,..

¿A qué parece pesadilla o delirio de mandrágora?

Comentarios

Joselu ha dicho que…
El problema es que ahora somos nosotros los que hemos de elaborar esta serie de majaderías y perder un tiempo precioso en escribir (o copiar) tremendos conceptos como estos repetidos ad nauseam. A veces opositores realizan programaciones muy elaboradas, que son luego fotocopiadas por los tribunales y no me extrañaría que terminaran en las manos de alguna editorial o utilizadas por aprovechadas por algún miembro de tribunal. Lo chusco es que luego estas programaciones no sirven para nada, nadie las lee y a nadie le interesan. Y además yo no sé qué hacer con mis alumnos hasta que el curso está en marcha. Depende tanto de la dinámica interna del aula... Hay grupos humanos abiertos y trabajadores y hay otros muy diferentes en que es imposible llevar una programáción adelante y uno ha de rehacer continuamente. El tiempo que nos hacen perder, Hortensia... El ejemplo que nos traes es ejemplificador para el que lo conozca de nuevo. Saludos.
Joselu ha dicho que…
"o utilizadas por aprovechados de algún tribunal" Perdón por la falta de rigor.
Fata Morgana ha dicho que…
Paciencia, querida mía, paciencia. Recuerda que sólo somos una panda de vagos que no rascamos bola en todo el curso... y, además, estamos programados para escribir chorradas que nadie va a leer. Feliz comienzo de curso. Quedan nueve horas y media para el desastre.
Chus ProfedeLengua ha dicho que…
Joselu, a mí me pasa lo mismo: nunca sé cómo voy a enfocar las clases hasta que les veo las caras a los alumnos,sobre todo me sucede que no se me ocurre proponerles lecturas hasta que los observo durante unos días y conozco sus capacidades y sus intereses. Hacer la programación es una tarea tediosa e inútil porque hay que ceñirse a la plantilla del inspector de turno y a ellos, en realidad, no les interesa lo que realmente hagamos en clase (en nada apreciarían que elaborásemos programaciones reales y personales; ellos quieren ver -que no leer- esa serie de majaderías (como bien dices tú) plasmadas en centenares de folios que permanecerán en el olvido. Kafkiano.
¿Te extraña que las editoriales copien las ideas? No sé si es leyenda urbana o no, pero parece que rastrean los blogs para apropiarse de nuestras buenas ideas.
Un abrazo. Buen comienzo.
Chus ProfedeLengua ha dicho que…
Morgana, no seas tan negativa. Yo no lo veo como desastre, en realidad estoy deseando empezar. Lo que te pasa es que estás atrapada en la depresión post-vacacional. No te preocupes, es vírica y se cura en unos días. Ánimo.
Unknown ha dicho que…
A mí me pasa lo mismo. Se puede partir de una supuesta programación, pero tampoco sé cómo voy a encauzar la clase, o en qué voy a hacer hincapoiés hasta que no los veo. Eso ejemplo que muestras as absolutamente torturador y perverso. Las aguas andan muy revueltas. A ver cómo encauzamos este incipiente otorño. Ánimo.
Chus ProfedeLengua ha dicho que…
Carlota:
las aguas andan revueltas y mucho me temo que tendremos las de perder, así que habrá que defender la enseñanza pública con virulencia. Por eso me indigna hacer una programación inútil cuando tengo ideas que me parecen buenas pero que no puedo plasmar en el papeleo que nos exigen.
Tendremos que armarnos de valor y calma.
Un abrazo.

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