ESPECIES EN PELIGRO DE NO EXTINCIÓN



Espero que nadie se sienta ofendido por lo que voy a escribir aquí pero si alguien se da por aludido, ¡por dios, que reflexione y cambie!

Aunque voy a hablar de un especimen que vengo observando en la docencia, esta reflexión viene suscitada por una consulta pediátrica. La semana pasada acudí a urgencias con mi hija mayor, aquejada de fiebre y malestar general. Aunque no había nadie esperando, el médico tardó más de media hora en llegar y cuál no sería mi sorpresa al encontrarme a un hombre que "frisaba la edad [...] con los cincuenta años. Era de complexión recia, seco de carnes, enjuto de rostro", ignoro, eso sí, si era gran madrugador y amigo de la caza. Pero efectivamente, el mismísimo don Quijote, quien abandonando definitivamente la caballería y viendo poco rentable la bucólica vida pastoril, se me apareció, cual ánima en pena, reencarnado en pediatra. Pero no se alegren las vuestras mercedes. Porque desgraciadamente para la medicina, este don Quijote curandero no perdurará ni siquiera en mi memoria. Era tristón, apático ,desganado,malhumorado, ni siquiera miró a los ojos a la niña y le hizo daño cuando le miraba la garganta. A mi me miró con rencor y me escupió con rabia que la niña tenía un siiiiiiimple resfriado. Al día siguiente tuvimos que ir a otro pediatra, mi hija tenía una amigdalitis aguda. Y yo, aunque no soy psicóloga, lo catalogué enseguida, y pensé: "He ahí a un tipo al que ahora mismo le encantaría que anunciarán una amenaza de bomba en el hospital. Abandonaría el barco el primero, con su maletín a cuestas, y se iría 'sin dar parte a persona alguna de su intención y sin que nadie le viese' montado en su Rocinante mecánico". Tal parecía sugerir el poco entusiasmo que ponía en su trabajo.

Viene esto a cuento de una figura escolar sobre la que vengo reflexionando desde hace años: "el funcionario"(que incluye también a la "funcionaria"), es decir, aquel docente que está en la enseñanza como si estuviera tras el mostrador de una oficina clasificando papeles o como si fuese empleado de banca repartiendo billetes ajenos. No les gusta su trabajo, dieron por concluidas sus ambiciones profesionales en el mismo momento que aseguraron su puesto de trabajo ("Tú, ¿por que lees eso si ya has aprobado las oposiciones?" me dijo un buen día henchida de razón una profe de esta especie cuando me vio hojear un estudio acerca de la Edad Media). Cuando comienza el curso, en el primer claustro, se les nota la ilusión, los nervios a flor de piel por la novedad del primer día y abren sus agendas deseosos por saber cuántos puentes y festivos nos caerán este año, y se regocijan cuando descubren un acueducto; adoran los libros de texto, a los que ponen voz, y agradecen que estos tengan miles de ejercicios, que no haya que buscar ni que enseñar nada fuera de ese mundo tan estático, tan socorrido; cuando llega mayo aún no han aprendido el nombre de sus alumnos, a los que jamás han mirado a los ojos y dan por bueno que se porten bien en clase y que vomiten en los exámenes, a veces sin digerir, contenidos que no han sabido transmitir.

Por suerte, esta especie animal no es muy frecuente, pero, por desgracia, aún no está en peligro de extinción.

Comentarios

dreamon ha dicho que…
debido a dos mellizos de 7 años en 1 de primaria , a mi gran aficcion a la lectura a mi 2 años de presidencia de ampa que deje atras a dios gracias y a ser miembro del consejo escolar y persona que se lleva bastante bien con la direccion del cole , he visto de esos que hablas mas de 1 y mas de 3 , tambien he visto uno este año que no es ni parecido a esa especie y ojala en extencion, uno que adora su trabajo que kilometros a diario q no hacemos los demas en fin de semana , que enseña con pasion, que conoce a sus alumnos, y que enseña a respetar y sobre todo a aprender y creer en sus propias metas personales , y eso q es un 1º , tambien he visto el año pasado , un especie , repito ojala, en extencion , dar clases tambaleandose por tomar una copichuela de mas , en el bar de enfrente del cole y alguna cosa mas.
Solo espero que las malas especies se difuminen del todo, mas que nada por las generaciones que vienen detrás ....
saludos
Chus ProfedeLengua ha dicho que…
Esperemos, sí, que se difuminen de todo. Gracias por tu comentario, Dreamon. Otro saludo.

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